27.11.15


Mi equipaje no había llegado en el avión, luego me enteraría que llegó hasta Dakar. En mitad de la noche Nouadhibou era oscura, polvorienta, ruidosa y llena de vida. Los neones de las pequeñas tiendas y los faros de los coches eran la única iluminación disponible. Buscábamos un pequeño albergue llamado Chinguetti, como la ciudad del desierto a la que unos días más tarde llegaríamos, y no recuerdo cómo, lo encontramos. Allí no había nadie, no había luces, no había recepción; sí había camas, incluso almohadas, por lo que a las doce o la una de la mañana, después de perder todo mi equipaje, poco importaba que no nos registráramos. Simplemente, dormir.

Por la mañana nos despiertan los ruidos de la casa. Bajamos, están haciendo el desayuno, y tras cruzar cuatro palabras con el que dice ser el encargado, un francés enorme con un perfecto español, subo a la terraza. He llegado a Mauritania.

Febrero 2005

20.11.15

Una nueva vuelta a la vida

Este es un blog que vive y muere de forma discontinua y anárquica. Hoy vuelve a la vida y no sé el tiempo que tardará en morir. Ahora que vuelvo a fotografiar, también vuelvo a rebuscar entre esos recuerdos olvidados con los que de alguna manera comezó este lugar. Ahora que los proyectos resurgen, aquí iré comentándolos, ahora que la inmediatez de Facebook y Twitter me desborda, me vuelvo a sentar a escribir, a pensar, a fotografiar y a mostrar. Ahora que tras el desmoronamiento de alguno de mis muros de carga todo comienza a volver a encajar, seguimos caminando.