21.7.10

Guatemala negra (2)







“Don Silvestre exhortaba a los Nazarenos a ser fieles a su juramento”, tal el pasaje que leía en ese instante, cuando escuché, nítido en el silencio de la noche, un ruido semejante al que hace un cuerpo pesado al arrastrarse sobre el entarimado. ¡Deben ser ratas!, pensé. Pero el ruido se hizo más fuerte, dándome la sensación de que se iba acercando. (¿Para qué te voy a engañar, viejito? Ya el susto me iba entrando en ese instante.) Decidí, haciendo un gran esfuerzo de voluntad, levantarme e inquirir, como era natural hacerlo, la causa que lo motivaba. Antes de hacerlo introduje la mano bajo la almohada para sacar mi “cuete”, e iba a incorporarme cuando, al volver la vista hacia la puerta, en ella, ocupándola en toda su totalidad, estaba un cuerpo extraño y feroz, semejante al de un chivo grande y peludo, con cachos de toro y cola de león, echando espumarajos por la trompa y cuyos ojos, que eran dos brasas que echaban chispas, me miraban en una forma penetrante y aguda que no la olvidaré jamás.


El Cadejo
Cuentos y Leyendas de Guatemala
Francisco Barnoya Gálvez.

1.6.10

Entre los arrozales de Laos y Camboya




Las primeras dos imágenes están tomadas en Don Daeng, una isla en mitad del poderoso río Mekong, donde la siega del arroz estaba prácticamente terminada. Durante mi viaje hacia el Sur, los arrozales tornaban a un color más verdoso. En los campos cercanos al famoso Angkor Wat los campesinos comenzaban a segar ajenos al trasiego de turistas. Incluso yo estuve a punto de cortarme un dedo mientras probaba a segar las mieses bajo la atenta y sorprendida mirada de mi anfitriona.

27.5.10

SAIGÓN SIN PRISAS




Más o menos como yo. He tardado casi un año en retomar el blog olvidado...
Casi empezaba a ver de nuevo
Volvemos a mirar.